A veces, es necesario poner límites y protegernos de las personas que no tienen buenas intenciones. Las amistades falsas, hipócritas y envidiosas pueden hacer más daño del que imaginamos, pero al final, Dios nos da la sabiduría para reconocerlas y alejarnos de lo que no nos edifica.
Aquí encontrarás algunas indirectas, pensadas para transmitir de forma clara y directa lo que sientes, sin perder tu paz. Estas palabras están escritas de manera natural y sencilla, porque lo más importante es que sean auténticas, sin rodeos ni complicaciones, pero siempre con respeto y sabiduría.
No se trata de atacar, sino de proteger tu bienestar. Si te encuentras rodeado de personas que no valoran tu amistad de verdad, estas indirectas te ayudarán a reflexionar y a encontrar la fuerza para dejar atrás lo que no te aporta.









