Grandes reflexiones cristianas de fortaleza mental y ánimo. Mensajes cristianos de fe y fortaleza espiritual, perfectos para romper fortalezas mentales. Lee las mejores predicaciones y mensajes reflexivos cristianos.
Nadie te podrá hacer frente y derrotarte, porque en tu corazón vive Jesús, y quien se enfrente a ti, tendrá que derrotarlo a él. Recuerda, mayor es el que esta contigo que el que esta en el mundo. Dios es nuestro refugio y fortaleza. El siempre esta dispuesto a ayudarnos en los momentos dificiles. El señor es mi fuerza y mi escudo, en el esperó mi corazón, fui ayudado y se gozó mi corazón, con mi canción le alabare. La paz mental no es la ausencia, sino la presencia de Dios en tu vida.
Los que confían en el señor renovaran sus fuerzas, volaran como las águilas, correrán y no se fatigaran, caminaran y no se cansaran. Cuando pongo mis problemas en las manos de Dios. Él pone su paz en mi corazón y me da nuevas fuerzas cada día el me dice con su tierna voz no temas hija mía, yo estoy contigo. Que hacer cuando al vida nos cambia los planes? Respira, entiende que todo es parte de un plan perfecto entiende que hay bendiciones detrás de esta prueba y confía, siempre confía.
Quizás hoy te toque orar con lagrimas en los ojos, pidiendo fuerzas para poder continuar, para poder aguantar, pero ten por seguro que Dios contestara cada una de tus preguntas que hoy guardas en tu corazón, cada oración tendrá una respuesta y todas esas lagrimas que resbalan por tu rostro pronto serán de alegria al ver sus milagros al ver como Dios te lleva a donde nunca imaginaste llegar y te da la victoria. El plan de Dios siempre es el mejor. A veces el proceso es largo, doloroso y difícil, pero recuerda que cuando Dios esta en silencio algo maravilloso esta haciendo por ti.
En tu caminar por la vida, podras caer, tropezar, desfallecer tu cuerpo y debilitarse tu espíritu, pero recuerda que Dios siempre seguirá fortaleciendo tu corazón para que continúes avanzando. He aquí que yo les traeré sanidad y medicina. Y los curare, y les revelare abundancia de paz y de verdad. Jeremías 33:6.
