El regreso de Cristo es la mayor esperanza para quienes creen en su promesa. Como adventistas, vivimos con la certeza de que Jesús volverá, tal como lo anunció en las Escrituras:
«Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.» (Juan 14:3)
Sin embargo, en medio de la rutina y las preocupaciones diarias, es fácil perder de vista esta promesa. Por eso, es importante reflexionar: ¿estamos realmente preparados para su regreso?
Ser adventista no significa solo esperar pasivamente, sino vivir con propósito. Jesús nos llama a ser luz en el mundo, a compartir su amor y a mantenernos firmes en la fe. Cada día es una oportunidad para acercarnos más a Él, fortalecer nuestra relación con Dios y ayudar a otros a conocer su verdad.
La espera no debe llenarnos de temor, sino de gozo. Cristo viene pronto, y nuestra misión es estar listos con un corazón lleno de fe y esperanza. ¿Estás preparado para recibirlo?









