Si hubiera ido a una clase de homilética para aprender a predicar..
En realidad podría predicar de manera más elocuente, sin embargo, probablemente confío en mi conocimiento de cómo predicar bien, y no se apoya en la obra eficaz del Espíritu Santo a través de esos medios.
Así soy yo. Por favor, no me malinterpreten. Yo no, por cualquier medio, no quisiera disuadir a nadie a asistir a una clase de homilética para aprender a predicar mejor. Si tienes los medios para asistir a un curso de homilética, entonces por todos los medios, que lo hagan.
Si no tienes los medios financieros para asistir a un curso de homilética, este consejo puede ser útil para ti cuando prediques el Evangelio en el púlpito de tu iglesia local.
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Jesucristo es Dios infinito y eterno, así como el encarnado, crucificado, resucitado y exaltado Hijo del hombre.
Todas las escrituras son de Él, y Él es infinito, eterno, y todo glorioso, el mejor de todos los sermones más elocuentes predicado, enseñado y hablado por hombres redimidos nunca se expresa plenamente a Cristo.
Es verdad eterna. Debemos humillarnos ante los ojos del Señor y Él nos levantará a nosotros mismos a ser más humildes en su majestad. Nunca trates de acercarte al púlpito con temor y temblor.