Nada es tuyo, la vida te lo alquila. Te lo presta para que lo disfrutes mientras lo tienes.
Es el más feliz aquel que no precisa de felicidad y el más poderoso el que es dueño de sí mismo. Ser feliz, ser feliz porque sí, porque respiro y porque tú respiras ya que mi felicidad sólo depende de una persona y esa persona soy yo.
La felicidad no depende de lo que tengas sino de lo que piensas y una pertenece a donde se le desea, se la acepta, se le escucha, se le siente se le ama y se le demuestra porque las mejores cosas de la vida no tienen precio y mi familia es una de ellas. Cuando la felicidad del otro es tu felicidad, eso es amor y en este momento de mi vida, estoy buscando hacer exclusivamente cosas que me hacen feliz.
Mi vida y mi felicidad no depende de que unos cuantos personajes me aprueben.